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Implementar ideas requiere de todos.

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Contenido: Gabriel López LimónEdición & Diseño visual: Guillermo López Portillo  

3 minute read

¡Habíamos estado utilizando un supuesto equivocado para crear nuestros modelos de cambio!

Cuando iniciamos nuestros trabajos como agentes de cambio, también nosotros asumimos que localizar el problema medular, generar la solución correcta y desarrollar un plan factible para su implementación, bastaba para lograr que las personas y las compañías avanzaran hacia un mejor futuro. Nosotros asumimos que “tener la razón era suficiente.”

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Fue únicamente después de vivir muchas veces la experiencia de guiar iniciativas de cambio y ver el gran esfuerzo que se requería para lograr mejoras reales, que debimos preguntarnos, ¿Qué es lo que hace falta para completar nuestro modelo?, ¿Por qué las personas se mueven tan lentamente aun cuando les hemos mostrado en donde se encuentra la mina de oro?

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¡Claro que en un principio la responsabilidad se la atribuimos a nuestros clientes!, utilizábamos excusas como: “no nos están proporcionando la información completa”, o “no están comprometiendo los recursos, tiempo y personal necesarios para el proyecto”. Pero, al regresar a nuestras oficinas, cuando nos encontrábamos solos analizando la situación, teníamos que admitir que, en algunos casos, ninguno de estos argumentos podía ser aplicado. Algunos de nuestros clientes, en realidad nos habían dedicado al mejor personal con que contaban, habían puesto su compromiso y dedicación total en el proyecto, nos permitían acceso sin limitaciones a su información, y, aun así, el proceso de cambio había sido lo suficientemente doloroso para hacernos dudar de que podíamos continuar atribuyéndole la responsabilidad directamente a nuestros clientes.

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Después culpamos a nuestras herramientas y metodología. Seguramente alguno de los pasos que utilizábamos, había sido mal ejecutado por nosotros o tenía problemas desde su diseño. Así que decidimos regresar a los libros y salones de clase. ¡Asumimos que lo que hacía falta era prepararnos más! Estudiamos durante 15 años todo lo que pudimos encontrar relativo al proceso de cambio y los esfuerzos por conseguirlo. Estudiamos a los grandes genios de los negocios como Jack Welch, Peter Drucker, Michael Hammer, etc. Asistimos a cuanto seminario encontramos relacionado con metodologías y herramientas de mejora: Teoría de restricciones, Six Sigma, Lean Manufacturing, Gestión de Proyectos, etc. También buscamos en la literatura de autosuperación; leímos a Stephen Covey, Robert Kiyosaki, Benjamín Franklin, entre otros. Incluso consideramos textos relacionados con la metafísica, neurolingüística, mapeo de las ideas, creatividad, etc. Y ya que estábamos en el camino del estudio, decidimos revisitar a los clásicos de la filosofía y la ética: Sócrates, Platón, Descartes, … en resumen, nuestros estudios abarcaron desde el pensamiento aplicado a los negocios, hasta los aspectos relativos a la naturaleza humana en el cambio.

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Si ya contábamos con el mejor personal y el compromiso total por parte del cliente, y si estábamos utilizando las metodologías, conceptos y herramientas más poderosos relacionados con guiar el cambio, ¿Qué era lo qué nos estaba faltando?

abril, 2021

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Siempre en búsqueda de la verdad que se esconde detrás de la razón.  Esto se ve reflejado en su libro “Being Right is not Enough” (“Tener la Razón No es Suficiente”), en el que su socio y él presentan sus aprendizajes resultado de 20 años de experiencia como Consultores Estratégicos.

DIRECTOR, toclatino

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