Al haberse rodeado de un equipo integrado por personal clave que esté dispuesto a subordinar su desempeño a la meta del equipo, y al guiar a su equipo basado en la filosofía de concentrar los recursos clave en los factores que limitan el desempeño global del equipo, usted habrá sentado el ambiente básico para que la cultura de trabajo colaborativo emerja.
Claro está, este es únicamente el inicio. El establecimiento de reglas, el desarrollo de una disciplina de trabajo y el consiguiente trabajo arduo que es necesario para hacer que el trabajo colaborativo florezca y sea sostenible están aún por ser implantados. Estos aspectos serán abordados en nuestros róximos blogs sobre: “Administración del Cambio, el Complemento Indispensable de la Ejecución”.
Pero, solamente por haber sentado los cimientos, usted empezará a ver los frutos del trabajo colaborativo rápidamente. Pequeños éxitos se convertirán en el combustible común que impulse a su equipo a lograr más y mejores resultados conforme el tiempo pase. Nuevas y sorprendentes formas de comunicación serán desarrolladas por los miembros del equipo de manera que puedan maximizar sus resultados y hacer uso eficiente de los recursos disponibles. Un micro-cosmos único de actividad surgirá ante sus propios ojos.
Para muchos observadores externos, la vista de un equipo trabajando arduamente bajo la filosofía de trabajo colaborativo, puede dar la impresión de un caos total. Las cosas sucederán en formas difíciles de comprender para las personas que no estén profundamente involucradas con el equipo. Gritos, señales con las manos, una ceja levantada, todo tiene un significado bien definido para los involucrados y son una parte esencial de la maravillosa sinfonía del personal en movimiento colaborativo.
Y no piense ni por un segundo que debido a que un equipo ha logrado un cierto nivel de trabajo colaborativo todo sucederá tranquilamente a partir de este momento. Puede usted estar seguro de que aún para estos equipos bien sincronizados, muchas cosas no suceden como se esperaban y muchos errores son cometidos en el camino.
Pero ese es quizá uno de los mas fascinantes aspectos del verdadero trabajo en equipo. Aún cuando las cosas salgan mal en muchos momentos, el equipo mismo desarrollará la habilidad de ajustar su desempeño para subsanar cualquier problema que surja, haciendo parecer ante el ojo no entrenado, como si no hubiera habido ningún problema. Por esta razón es que le podemos decir que cuando usted cuenta con un equipo, usted puede tener la razón aún cuando en realidad se encuentre en un error.
Si usted alguna vez quiere ser testigo de esta magia, tome un lugar tras bambalinas en una obra de teatro, en la cocina de un restaurante muy concurrido o en cualquier planta manufacturera un día antes de la visita del presidente de la compañía.
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