Vivimos en un tiempo sumamente complicado. La presión diaria sobre nuestra atención y tiempo es simplemente agotadora. Y la cantidad de cosas que debemos hacer, que van mas allá de lo que "deberíamos" hacer de acuerdo con nuestra posición o descripción de puesto, son demasiadas. y nadie parece darse cuenta de la cantidad de milagros que debemos hacer diariamente solo por permanecer vivos.
Y como si no fuera suficiente con las complicaciones locales, ahora debemos competir con personas y organizaciones de cualquier parte del mundo, que ni siquiera podemos ver y comparar.
Por ejemplo, los requerimientos como profesor han ido en aumento y hoy no basta con saber muy bien el tema y saberlo enseñar. Además hay que ser entretenido, manejar con destreza la tecnología, saber de psicología y ser terapeuta para lograr la atención y respeto de los alumnos. Y por si eso no fuera suficientemente complicado además hay que competir con profesores de todo el mundo que vía internet pueden dar la misma clase desde la sala de su casa.
Y en este escenario, ¿me piden que cambie?. No es que no entendamos lo que se quiere lograr, en verdad lo aplaudimos. Pero, ¿es que no se dan cuenta de lo duro que he tenido que luchar y todas las peripecias que debo hacer para lograr lo que hago hoy y llegar adonde estoy? ... si, si, Stephen Covey dice en su maravilloso libro de los 7 Hábitos, que debemos empezar por "poner primero lo primero", por fijar prioridades claras ... ¡que alguien se lo diga por favor a mi jefe! ...
Nuestra prioridad en estos tiempo es algo muy simple: "seguir vivos". Y eso del cambio, suena muy bonito, pero que se lo digan al compadre de al lado, que sigue metiendo la pata día tras día.
Por supuesto que en este escenario, nuestros esfuerzos de cambio se concentran el dos cosas: 1.- Lo super-archi-extra-recontra-urgente; y 2.- Librarnos de las puñaladas traperas que nos tiran desde todos lados. Solo cambiamos cuando "tenemos que", y mientras lo podamos lograr, seguiremos haciendo lo mismo que hemos venido haciendo.
¡Y justo ahí esta la clave del cambio! Si en verdad queremos lograrlo debemos volver literalmente imposible evitar el cambio. ¡Ah caray! ... ¡eso esta muy drástico! ... bueno, entonces sígale pateando la piedra para adelante.
Solo medite por unos minutos: ¿Va a esperar a que el mundo cambie y le exija hacer el cambio? ... ¿o prefiere decidirlo usted? ... pero de que va a llegar ese momento crítico no tenga usted ninguna duda
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