De acuerdo con el diccionario, tener la razón significa “Cumplir con lo que es justo, correcto o razonable; correcto, justo, verdadero”. Dado que estos son principios fundamentales, sobre los cuales están basados un gran número de nuestras actitudes y comportamientos ante la vida, tendemos a asumir que lo correcto, lo justo y lo verdadero tienen un valor universal. Por ejemplo, consideramos que cumplir las fechas de entrega, dar un buen servicio, ofrecer precios competitivos, etc. tienen que ser igualmente válidos en cualquier parte del mundo. Por lo tanto, tendemos a asumir que tiene que haber un conjunto de principios básicos que deben regir el comportamiento de todos los seres humanos y organizaciones que desean ser exitosos, y por ende, que debe haber una y solo una manera de tener la razón. Una manera que es superior y mejor a todas las demás.
Cuando abordamos este tema, en todo tipo de foros, pero principalmente cuando lo hacemos ante líderes y dueños de empresas, suele generarse un murmullo de acuerdo sobre la idea de que las personas o cuentan con la razón o no. ¿De que otra forma cómo es posible tomar decisiones?, ¿Cómo juzgar entonces una propuesta de inversión de capital o de reducción de recursos? Contar con la razón es considerada una de esas cosas blancas o negras, en la que no puede haber opciones intermedias, en las que no caben tonalidades de grises.
Seguro, tener la razón es una de esas cosas binarias con únicamente dos posibles valores, si o no. Pero esto solamente es cierto cuando hablamos de ellas. Más aún, son únicamente blanco o negro cuando hablamos de ellas aplicándolas a alguien más.
Siempre que ahondamos un poco en la forma en la que las personas aplican en su propia vida algún concepto para el cual acaban de aceptar que no existe posibilidad alguna de desviación respecto a lo que puede ser considerado como correcto, como el no decir mentiras, encontramos que muchos de nosotros, hemos aceptado ya, maneras de justificar excepciones a la regla para nuestro caso particular. No es que queramos ser mentirosos profesionales. Es simplemente que somos muy buenos para encontrar circunstancias atenuantes cuando se trata de nosotros. Pero cuando se trata de criticar a los demás, retornamos el escenario del si y no, como únicos posibles resultados.
Morpheus: ¿Quieres saber que es? La Matrix está en todos lados. En todo lo que nos rodea, incluso ahora en esta habitación. Puedes verla cuando ves a través de tu ventana o cuando enciendes la televisión. Puedes sentirla cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos. Es el mundo que ha sido usado para cubrir tus ojos y cegarte a la realidad.
Neo: ¿Qué realidad?
Morpheus: La de que eres un esclavo, Neo. Como todos los demás, naciste en cautiverio, naciste en una prisión que no puedes oler o saborear o tocar. Una prisión para tu mente.... Desafortunadamente, a nadie puede decírsele que es la Matrix. Tu tienes que verlo por ti mismo. Esta es tu última oportunidad. Después de esto no hay marcha atrás. Si tomas la píldora azul, el cuento acaba, despiertas en tu cama y crees lo que quieras creer. Si tomas la píldora roja, te quedas en el País de las Maravillas, y yo te muestro que tan profundo llega el hoyo del conejo.... Recuerda, todo lo que te ofrezco es la verdad, nada más.... Sígueme...
- The Matrix
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