Mi historia con TOC
¿Cuándo?
Conocí TOC cuando era Gerente de Planta (Producción) de una empresa cartonera. Para quienes no conozcan esta industria, deberé platicarles que en estas fábricas se cuenta con una gran máquina (compuesta por varios equipos puestos en línea) en la que se alimentan 3 rollos de papel y se genera el sandwich conocido como cartón corrugado (una capa de papel, el medio papel en "flauta" o "corrugado" y otra capa de papel).
Estas máquinas son, por supuesto, muy caras y por tradición de la industria, se busca siempre la mayor eficiencia posible haciendo que trabajen a su máxima velocidad el mayor tiempo posible.
¡La máquina!
Incluso se combinan órdenes de manera especial para aprovechar al máximo el ancho disponible en esta máquinas, esto es toda una ciencia y se usan algoritmos matemáticos muy sofisticados para lograr las mejores combinaciones posibles.
El producto intermedio producido por estas máquinas son láminas de cartón que son después alimentadas a máquinas impresoras, cortadoras y dobladoras que dan imagen y forma a la caja específica requerida. En resumen, se tiene la máquina corrugada, que constituye el corazón de la fábrica, después una serie de máquinas impresoras-formadoras y finalmente una zona de almacenaje y embarques. Tres zonas muy claramente identificables. Por años, la atención de todo el personal se ha enfocado a dar la máxima utilización posible a la máquina corrugadora.
Encontrando
¡La restricción!
Pero, al leer el Libro la Meta, me di cuenta de algo que nunca había visto tan claro: la Restricción de MI PLANTA, ¡¡¡No era la corrugadora!!!. La Restricción en MI PLANTA era la zona de Impresión y Formado. Ahora entendía perfectamente porque cuando la corrugadora corría muy bien, terminábamos con inventario de láminas de cartón regadas por toda la planta.
Cambio de enfoque
Aplicando TOC
Con esta nueva visión decidí volver a leer este libro y poner mucha atención a los detalles. Si la corrugadora no era la Restricción, entonces, ¿Qué debería hacer?. Para mi sorpresa, descubrí que había muchas cosas que cambiar. La más importante de todas era el enfoque total a buscar la máxima eficiencia de esta máquina. Si la Restricción era la zona de impresión y formado era ahí en donde deberíamos buscar la máxima eficiencia.
Encontrando
¡La solución!
Sin embargo, esto contravenía años de tradición en esta industria. Lo pensé mucho, reuní a mi equipo de supervisores y llevamos a cabo el juego de los cerillos descrito en el libro.
Nunca olvidaré la cara de sorpresa de todos en el equipo cuando descubrieron el cambio que debíamos hacer: dejar de buscar la máxima eficiencia en la corrugadora y hacerlo en la impresoras-formadoras. Sin embargo, era tan contundente la solución, que nadie pudo objetar su aplicación inmediata.
Bueno y...
¿¡Qué pasó!?
Así que lo hicimos. Realizamos los cambios de enfoque necesarios para usar como tambor la zona de impresión y formado. ¿Resultado? Al siguiente mes logramos un nuevo récord de embarques. Un mes después obtuvimos un mes récord de utilidades. ¡Y todo sin haber invertido un centavo! Solo cambiando nuestro enfoque a explotar nuestra restricción real.