Permítanme contarles un cuento:
A principio de los años 80 apareció en escena un apuesto joven Israelí, bueno, en realidad no era tan apuesto ni tan joven, pero si muy Israelí. El caso es que este personaje se dio cuenta de que muchos castillos productivos de su región estaban siendo asolados por un mismo enemigo. Así que se dio a la tarea de emprender una lucha personal contra ese monstruo y teniendo una imaginación novelesca se prometió no detenerse hasta erradicar por completo la última huella de este mal. ¡Que no quede huella, que no y que no!
Habiendo escuchado muchas historias de terror basadas en personajes de origen germano, decidió ponerle a su enemigo un nombre que sonara alemán que le recordara siempre que hasta en el futbol, además de letales, los alemanes son capaces de levantarse de la muerte segura en el último minuto y salir victoriosos. Así, puso por nombre a su enemigo: RESTRIK-Zion.
Entonces, siguiendo la histórica tradición de su pueblo decidió adoptar la táctica defensiva más efectiva conocida por su gente: ¡el ataque!. Así, declaró y emprendió una guerra personal contra cualquier cosa o persona que pareciera RESTRIK-Zion.
Trabajó incansablemente. Viajó hasta los confines del planeta. Ganó fama y fortuna venciendo RESTRIK-Ziones a diestra y siniestra. Todo parecía indicar que nada podría detener el exterminio de tan temible enemigo.
Y de pronto descubrió que donde él había eliminado una RESTRIK-Zion habían brotado muchas mas que atacaban con mayor fiereza y crueldad a los ahora desprotegidos castillos productivos. ¡Parecía que en lugar de promover su exterminio en realidad había fomentado su multiplicación!
¿Qué estaba pasando? … ¿cómo se reproducían estos infectos malhechores? … ¡tenía que ser cosa del demonio! . Así que se dio a la tarea de encontrar la fuente de tan nefasto embrujo.
Y como la Biblia dice que el que busca encuentra, nuestro héroe buscó y encontró la fuente de sus desvelos. Encontró el motivo de tal poder reproductivo en las RESTRIK-ziones que ni los conejos ni los Mexicanos habían mostrado antes. Descubrió que los castillos productivos se encontraban bajo un terrible hechizo proveniente del muy malvado KONT-Ador. Este maléfico ser habitaba el castillo corporativo, en donde tenía un numeroso ejercito de esbirros, y desde donde, mediante hipnotismo y malas artes, controlaba las mentes y acciones de todos los Reyes y Príncipes en cada castillo productivo exigiendo de manera interminable el pago de utilidades mensuales y sacrificios personales.
Resultará obvio para nuestro lector que nuestro héroe transmitió su determinado odio y encono al ataque y destrucción del KONT-Ador.
Los KONT-Adores resultaron ser tan fáciles de vencer como lo habían sido las RESTRIK-Ziones. En realidad no eran agresivos o hábiles en el campo de batalla. Eran tan predecibles y se apegaban tanto a sus pesadas y obsoletas armas del pasado, que solo se requería un poco de imaginación innovadora para dejarlos fuera de combate. Sin embargo, aún peor que las RESTRIK-Ziones, los KONT-Adores de reproducían a mucho mayor velocidad y en mucho mayores números de lo que nuestro héroe y su ejercito de consultores podían si quiera imaginar. En donde caía uno, aparecía no otro, sino 50 grupos de KONT-Adores llamados DESPAT-Chos dispuestos a ocupar su lugar.
Nuestro héroe replanteó su estrategia tantas veces como pudo: Intentó atacarlos personalmente, crear un ejercito equivalente, alianzas con otros heroes y hasta intentó alianzas con los KONT-Adores. Pero nada pudo terminar con ellos ni con su influencia en los castillos productivos.
Finalmente nuestro héroe cayó víctima de una terrible enfermedad y murió sin lograr su objetivo. Las RESTRIK-Ziones retomaron con mayor fuerza sus posiciones y los castillos productivos de todo el planeta se encuentran nuevamente bajo la influencia de los KONT-Adores.
Lo interesante de nuestra historia es que en realidad nuestro héroe y los KONT-Adores defendían la misma causa: la sobre-vivencia y bienestar de los castillos productivos. Fueron los prejuicios y temores personales de nuestro héroe los que lo llevaron a declarar e iniciar una guerra totalmente innecesaria. Y como todas las guerras innecesarias, su único logro fue la generación dolor y resentimientos que durarán por generaciones.
TOC y la Contabilidad han demostrado ya en muchas ocasiones ser perfectamente compatibles y poder trabajar en armonía para lograr cosas maravillosas. Es momento de hacer a un lado las diferencias y prejuicios y emprender el camino juntos ¿Quiere saber cómo?, ¡no se pierda nuestros siguientes blogs!
Comments