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Foto del escritorGabriel Lopez Limon

Ejemplo de un CAMBIO DE PARADIGMA



Cuando el Dr. Morales y Eli Goldratt me propusieron que fuera uno de los pioneros de TOC en México viví en carne propia un gran cambio de paradigma. Enfrentar y modificar paradigmas es una de las partes críticas de todo proyecto de mejora, así que me parece que vale la pena compartir este momento de mi vida profesional para ayudar a clarificar que es esto de "cambiar nuestros paradigmas". Así que sean pacientes conmigo, aqui va una de vaqueros-consultores.


Mi abuelo (papá de mi papá), se escapó del rancho en un pueblo de Guanajuato para irse a buscar una mejor vida a la Ciudad de México, en donde aprendió el oficio de sastre-cortador mediante el cual se ganó la vida y dió sustento a su familia. Mi padre, estudió una carrera comercial e ingresó muy joven a una Institución bancaria, para la cual trabajó los siguientes 50 años.


En este banco, mi padre obtuvo lo que nadie en su familia había logrado, por al menos en tres generaciones. Había obtenido: seguridad económica. Y junto con esto, su trabajo le dió: seguro médico, club deportivo, prominencia social, auto, etc.


En pocas palabras, mi padre había logrado hacer realidad el sueño de su abuelo que escapó del rancho. ¡Tomó tres generaciones, pero lo habían logrado!


Así es como, en mi familia, se creó una ley de oro: "si quieres llevar una buena vida, tienes que ser empleado de una organización importante" Y para esto fuimos educados y formados mis cuatro hermanos y yo. Si, tener un título universitario era algo bueno, pero lo verdaderamente importante era lograr una posición sobresaliente en una gran organización. Una frase muy grabada en mi mente, proveniente de un querido Tío era: "tu no pidas que te den, pide que te pongan donde hay ... y tu encárgate de hacer el trabajo muy bien para obtener el resto"


Llamemos a esta forma de pensar el "Paradigma del Empleado", y sirva esta historia para ilustrar como es que tal paradigma llegó y se instaló en mi mente de una manera tan firme sin que nadie nunca me dijera directa y claramente: "tienes que ser empleado de una organización importante para tener una buena vida"


Así es que cuando me nombraron Gerente de Producción en una empresa Internacional, mi padre y yo nos sentíamos felices y confiados. Todo lo que tenía que hacer entonces era cuidar mi trabajo por los siguientes 50 años y la vida sería muy bella. Además estaba yo honrando el trabajo y sacrificio de las generaciones anteriores. ¡Todo era de película!


Y ahora podemos regresar a la plática con el Dr. Morales y Eli Goldratt haciéndome el honor de proponerme ser uno de los primeros representantes de TOC en México. Para darle el peso debido a esta plática, démosle contexto: los tres nos encontrábamos en el lobby de uno de los hoteles mas importante de la Ciudad de México, en sillones muy confortables y Eli acababa de presentar ante la prensa y un numeroso público su libro "No fue la Suerte".


Así que al escuchar esta maravillosa propuesta mi primera impresión fue de gran alegría y me sentí volar por las nubes por lo que mi reacción inmediata fue decir que si y agradecer el inmenso honor que me estaban haciendo ... y entonces, mi paradigma de empleado entró en acción, así que inocentemente hice una simple pregunta: "¿y cuanto me van a pagar?" ... como en la películas de terror, en ese momento se produjo un silencio absoluto en el lobby del hotel, ellos dos intercambiaron miradas, y entonces en camara lenta voltearon a verme con gran ternura y me dijeron: "no, es al revés, tu nos vas a pagar a nosotros" ... ¿qué, qué?


En realidad yo estaba dispuesto a aceptar cualquier sueldo que me hubieran dicho. Trabajar en algo que me apasionaba con personas que yo admiraba era un sueño hecho realidad. Así que yo solo hice la pregunta para luego decir que no importaba lo que me pagaran, trabajar con ellos sería suficiente paga. Pero que yo les tuviera que pagar a ellos, eso si me rompió por completo la cabeza ... ¿no se supone que los empleadores le pagan a los empleados? ...


Muchas tazas de café después, entendí que tendría que modificar mi paradigma de empleado y convertirlo en uno nuevo como "representante¨. Siendo realista, me tomó casi 10 años, asimilar y entender plenamente este nuevo paradigma, que mas tarde debí convertir al paradigma de empresario.


Nunca lo hubiera logrado sin la ayuda de muchísimas personas que estuvieron en el momento correcto, en el lugar correcto para brindarme guía y apoyo. (si, ya se que suena a discurso robado de entrega de premios). Pero así son los cambios de paradigma, son los momentos críticos de nuestra historia en los que adoptamos una nueva visión y enfrentamos la vida de una nueva manera. En México solemos referirnos a estos momentos como: "me cayó el veinte". Y siendo terriblemente honestos, se requieren un montón de "Dioscidencias" para que las cosas resulten como lo esperamos.


No, no tenemos el éxito asegurado en cada cambio de paradigma. Pero el mundo cambia tan rápidamente que no tenemos mas remedio que intentar seguir el paso y esto implica actualizar nuestros paradigmas. ¡Ojo! No siempre deberemos eliminar paradigmas del pasado, pero es claro que tampoco podemos conservar todos. Nuestra capacidad de almacenaje y mantenimiento tiene un límite. Y entonces, el tema de ser ágil en el manejo de paradigmas toma una relevancia suprema. Y hasta donde he podido investigar, la mejor herramienta para hacer eso son los Procesos de Pensamiento de TOC.










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