Frecuentemente usamos o escuchamos la expresión “Estoy de acuerdo”. En las organizaciones se dedican incontables horas a reuniones dedicadas a la búsqueda de acuerdos. Lo que me parece muy interesante sobre este tema, es que a pesar de la cantidad de horas y esfuerzos por lograr acuerdos, una de las quejas mas recurrentes en todo tipo de organizaciones es la mala comunicación o sincronización predominante en su día con día.
Así que decidí profundizar mi entendimiento sobre este asunto ya que como Agente de Cambio somos grandes usuarios de ese mecanismo.
Mi investigación me llevó a descubrir primeramente, que la interpretación y uso de la palabra “acuerdo” es muy variable. Cada persona parece tener su propio concepto sobre lo que es “estar de acuerdo”, y aunque creamos que las demás personas tienen un concepto diferente, hemos decidido creer que esa diferencia no es tan significativa. Así que nunca he viso, ni participado, en una reunión para tener acuerdo sobre lo que es "estar de acuerdo”. Es algo así como las fiestas, cada quien sale con su propia historia y decidimos respetar la historia de cada uno: “Seguramente tu tomaste algo diferente a lo que yo tomé”
De esta suerte, encontré tres grandes significados en los que se puede agrupar toda la tonalidad de significados posibles para “estar de acuerdo”:
1.- “El avionazo”. En este grupo caen las situaciones en las que las personas solo dicen estar de acuerdo para que las dejen en paz. En el peor de los casos, ni siquiera han escuchado ni les importa un comino lo que se les quiere transmitir. Lo único que en verdad les importa es librarse de la persona que los está distrayendo para regresar a lo que están haciendo. En México nos referimos a eso como “dar el avión”, y de ahí el nombre de esta clasificación.
2.- “Los bien-intencionados”. Este es el grupo en el que cae la gran mayoría de acuerdos. La gente pone atención y en principio tiene una honesta intención de cumplir su compromiso. Pero si algo inesperado se aparece en el camino, o si las cosas so van como ellos esperaban, con mayor o menor grado de culpabilidad, decidirán dejar a un lado su compromiso. De aquí viene la gran cantidad de excusas que escuchamos todo el tiempo.
3.- “Los confiables”. Es este pequeño grupo en el que caen todos aquellos que contra viento y marea cumplen sus compromisos. No hay obstáculo que les impida cumplir su palabra, y normalmente son vistos como extremistas irrazonables por llevar a buen fin sus promesas.
¿En que grupo caes tu?
Sacando sabiduría del manual de administración mas antiguo de la historia, el Gran Maestro dijo: “No jures para luego no cumplir, cumple los votos que hagas” (Mateo 5:33)
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