La semana pasada lanzamos al aire la pregunta: ¿quién debe enseñarnos a trabajar en equipo?. Realicé la misma pregunta en cuanto foro tuve presencia en esta semana. No puedo justificar científicamente mi conclusión, pero muy curiosamente, las flechas apuntan a un solo lugar: La Familia!
De los tres grupos principales que surgieron como posible respuesta: la escuela, el trabajo y la familia. Fue por mucho la familia, la respuesta que mas se repitió como el candidato mejor posicionado para lograrlo. Y no pareciera que es ahí el único lugar en donde se nos debe enseñar a hacer equipo. Dada la gran diversidad de requerimientos personales para aprender algo, Trabajar en Equipo es algo que debe ser enseñado y reforzado desde muchísimos ángulos y formatos. Pretender que solo surja de una sola fuente, resultaría algo así como concentrar la creación de buena salud en la búsqueda de la Fuente de la Eterna Juventud, o la creación de riqueza en la búsqueda de la Piedra Filosofal. Los Alquimistas en verdad lo intentaron y terminaron extintos.
No, es claro que el Trabajo en Equipo requiere de una gran variedad de fuentes. Nuestra pregunta inicial tiene que ver con el punto de inicio de esta enseñanza masiva, multi-reforzada. Y la respuesta que encontré me parece muy lógica: La Familia. Y hago énfasis en el descubrimiento no señala al mejor calificado para hacerlo, sino al mejor posicionado para hacerlo.
Es la repetición constante y la corrección de las pequeñas desviaciones, lo que permite desarrollar este modo de vida. Y esto solo sucede en la convivencia familiar.
Mientras mas lo pienso, mejor entiendo porque estamos como estamos, y porque se habla tanto del valor de la familia. Pero la verdad es que aunque lo he escuchado toda mi vida, es hasta este momento que me cayó el veinte.
Las sociedades y países son una repetición a la n de lo que pasa en sus familias, y no al revés.
La Restricción, como siempre pasa, esta en nuestras manos pero hay una larga lista de conflictos por resolver para mejorar su desempeño. Los invito a utilizar estos días de tranquilidad laboral, para meditar al respecto.
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