¿Cambiar o no cambiar?
- Gabriel Lopez Limon

- hace 18 minutos
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Alrededor del año 1,600 Shakespeare publicó su maravillosa obra Hamlet. En ella se presenta un dilema que ha sido usado desde entonces como el mas escencial de los conflictos: ¿Ser o no ser?. Si bien en el contexto de la obra la pregunta era completa y absolutamente de índole personal, las ramificaciones sociales eran evidentes. Nada de lo que hagamos (o no hagamos) deja de tener impacto en otras personas y eventos.
425 años después esta pregunta sigue siendo vigente. Pero su verbalización ha cambiado. Para ajustarla a los nuevos tiempos diremos que la versión de nuestros días es: ¿cambio o no cambio?
Me explico mejor: En nuestros tiempos han pasado muchas cosas a una velocidad que nunca imaginamos posible. Aún recuerdo con que ilusión deseaba tener un reloj como el de Dick Tracy, que era reloj y radio, pero me parcía imposible que eso sucediera, y sin embargo, hoy tenemos teléfonos celulares que hacen muchas mas cosas de lo que Dick Tracy nunca soñó.
Por otro lado. Diversos factores han provocado que la competencia en todos los ámbitos sea muy dura y sin mucho margen, por lo que lo que antes era un claro liderazgo hoy es un mero requisito para participar en la contienda. ¿Tú producto es de una gran calidad? … ¡pues ya hay decenas de productos equivalentes de igual calidad! … ¿Tú servicio es inmejorable? … ¡pues ya hay decenas de organizaciones ofreciendo un servicio equivalente! … en fin, ser muy bueno en algo ya no es monería, es tan solo el requisito básico para entrar en el juego.
Para ser exitoso, además de ser muy bueno, se requiere agregar valor de una manera distintiva, algo que haga brillar nuestro producto o servicio y lo haga único entre toda la competencia. Para hacer esto, el libro de la Estrategia del Océano Azul nos ofrece una gran metodologia. Ejemplos de esto son Cirque de Soleil, Starbucks, André Riu, etc.
A principios de los años 2000, un estudio puso de manifiesto que el factor decisivo para la compra de un auto en ese momento (¿que compro: un Honda, o un Toyota, o un Nissan, … ?), todos eran de tan buena calidad y el servicio de las agencias tan atractivo, que resultaba imposible decidir entre uno u otro. Así que el factor final de decisión resultaba ser: ¡el tipo de crédito ofrecido!
Y esto nos lleva directamente a nuestro dilema: ¿en donde pongo mi tiempo y recursos?, ¿en hacer muy bien lo que hago?, ¿o en desarrollar un factor diferenciador que me haga sobresalir entre mis competidores? … ¿cambio o no cambio? … ¿ser o no ser?
Y este dilema a quebrado muchas organizaciones. Por no lograr romper este conflicto, algunas organizaciones se concentran en mejorar su producto, y se preguntan porque han perdido ventas. Mientras que otros se concentran en crear una ventaja competitiva y de repente empiezan a recibir quejas por fallas en la calidad en su producto.
El tema con los conflictos es que nos paralizan. Normalmente, los vemos, los sentimos, los padecemos, pero no sabemos como acabar con ellos. Nuestra respuesta mas inteligente suele ser pararnos en medio del conflicto (“mediar”) y brincar de un lado a otro según vaya siendo necesario, generando lo que en manejo de inventarios se llama el “efecto látigo” (Whip effect”): ¡Contraten mas gente vs. recorten gastos!, O: ¡usen su ingenio vs. sigan los procedimientos! Y esto termina por desgastar los recursos mas valiosos de las organizaciones.
De esta suerte, contar con una herramienta para diagramar, analizar y resolver conflictos resulta extremadamente valiosa.
Se estima que una persona adulta toma en promedio 30mil decisiones por día. Si asumimos que solo la mitad de ellas (lo cual es sumamente conservador) implican la elección entre mas de dos alternativas, esto implica la necesidad de resolver un promedio de 15mil conflictos por día. ¿Cómo lo hacemos? ¿Cómo hemos logrado llegar a donde estamos? …
Si quieres seguir jugando a brincar la cuerda con tu vida, sigue tal como vas, solo no te quejes cuando le den "mole". Si quieres aprender una manera mas sensata de tratar con los conflictos, te invito a conocer la NUBE, la herramienta de los Procesos de Pensamiento de TOC deseñada para resolver conflictos.
Y así, regresamos al inicio de deste Blog: ¿cambiar o no cambiar?




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