“No es la especie mas fuerte la que sobrevive, ni la mas inteligente, sino la que mejor responde al cambio”
- Charles Darwin
“Los dogmas del pasado sereno son inadecuados al presente tormentoso. La ocasión esta altamente acumulada de dificultades, y debemos crecer con la ocasión. Como nuestro caso es nuevo, así mismo debemos pensar de nuevas maneras y actuar de nuevas maneras”
- Abraham Lincoln
Imagine por un segundo que usted es lo suficientemente afortunado para compartir la vida en el paraíso con Adán y Eva: Usted cuenta con vida eterna y cualquier belleza imaginable es suya para que la disfrute hasta saciarse. La vida es simplemente perfecta.
Entonces, una tarde, mientras usted tomaba una siesta, Adán y Eva sostuvieron una conversación muy interesante con una serpiente, y como resultado, decidieron intentar la única cosa que todos ustedes tenían absolutamente vetada, probar la fruta prohibida
Cuando despierta, usted se da cuenta de que todos y cada uno de los aspectos de su vida han cambiado. Ya no vive en el paraíso, su cuerpo se siente diferente, el resto de las criaturas ya no son amigables hacia usted y lo peor de todo es que le informan que después de todo ya no vivirá para siempre.
¿Cual sería su reacción ante este súbito giro de eventos? ¿enojo?, ¿desesperación?, ¿una sensación de libertad?
Aunque este es un ejemplo muy extremo, el hecho es que cada minuto el mundo entero está cambiando. No de manera tan radical como del paraíso al no paraíso, pero ciertamente sucede a una velocidad que nos hace muy difícil mantener el paso. Y mientras más expandamos nuestros campos de conocimiento, resulta más difícil mantenernos actualizados en todos los asuntos que parecen ser de nuestro interés.
Conocimientos y habilidades que fueron esenciales para el éxito hace muy poco tiempo, han sido fuertemente cuestionados o vueltos completamente inútiles en el lapso de unos cuantos años, como: las estructuras organizacionales piramidales, la obtención de certificaciones de calidad, el desarrollo de aplicaciones independientes de cómputo, la compra de bonos de seguridad de fuentes extranjeras, etc.
Tratándose de aspectos personales cotidianos, el cambio también nos ha forzado a seguir aprendiendo cosas nuevas todo el tiempo: enviar mensajes a través de nuestro teléfono celular, utilizar cámaras digitales, programar hornos de micro-ondas, etc.
Querámoslo o no, el cambio sucede a nuestro alrededor todo el tiempo. Podemos luchar fieramente contra el, y quizá incluso podamos mantener nuestro mundo personal sin cambios a través de desarrollar una barrera anti-cambios alrededor de nosotros. Sin embargo, no hay nada que podamos hacer para detener el cambio en el mundo exterior, el cual tarde o temprano, terminará impactando nuestro mundo privado.
Como consecuencia, si fallamos en adaptar nuestras premisas básicas a los cambios en nuestra realidad, las mismas reglas o comportamientos que nos hicieron exitosos, pueden muy bien ser la misma razón para nuestra caída como líderes. Marshall Goldsmith, en su libro “What got you here, won’t get you there” (“Lo que te trajo aquí, no te llevará allá”) establece este punto claramente:
“Si les puedo ayudar a considerar la posibilidad de que, independientemente de su éxito demostrado y de su elogiable autoestima, puede ser que ustedes no sean tan buenos como piensan que son; que todos tenemos esquinas de nuestro comportamiento que están sucias; y que estas esquinas pueden ser identificadas y limpiadas, entonces puedo dejar el mundo -y su mundo- como un lugar un poco mejor que el que nosotros encontramos.”
El cambio ha sido un tema de constante reflexión y debate a través de la historia. Millones de páginas han sido escritas sobre este tema, desde pequeñas historias maravillosas como “¿Quien se llevó mi queso?” de Spencer Hohnson, MD. , hasta estudios científicos más avanzados como “Psychology of Attitude Change and Social Influence” de Philip G. Zimbardo y Michael R. Leippe.
Al momento de escribir este blog, teclear la palabra “Cambio” (change) en la sección de libros de Amazon.com, generó 899,024 resultados. Esto significa que nunca podremos aspirar a saber todo lo referente al cambio. Pero si hay algo que sabemos con seguridad: el cambio continuará sucediendo a nuestro alrededor y continuará afectando nuestras vidas, tanto positiva, como negativamente. No sabemos como será el futuro, pero estamos absolutamente seguros de que será diferente de lo que es hoy.
Habiendo vivido nuestra niñez y adolescencia entre los años 60’s y los 80’s, compartimos el asombro de nuestros mayores a través de las muchas “primeras grandes” experiencias de la humanidad durante esos años: la primera visita a la luna de los seres humanos, los primeros televisores a colores, los primeros juegos de video, etc. Cada uno de estos eventos logró reunir a familias y vecinos, transformando estas experiencias en “acontecimientos comunitarios” que fueron disfrutadas y comentadas por muchos días posteriores.
En la actualidad, tenemos nuevas maneras de hacer un gran alboroto acerca de cualquier “gran experiencia” que sucede en el mundo: ahora contamos con eMail, Google, Youtube, FaceBook, Messanger, Zoom, etc. que difunden el suceso alrededor del todo el planeta en cuestión de minutos, haciendo que cada “gran experiencia” sea una “acontecimiento mundial”.
Cambiar no es cuestión de elección. Ni tampoco es bueno o malo. El cambio simplemente sucede, y está en nosotros decidir qué hacer con él.
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