No sé que no sé …
- Gabriel Lopez Limon
- hace 5 días
- 4 Min. de lectura

Como directivos, maestros o consultores, dedicamos muchas horas a explicar conceptos o metodologías que sinceramente consideramos pueden ayudar a mejorar las cosas. Nos parece increíble como hasta los conceptos mas básicos se complican y la gente responde con caras de ¨de que me hablas?¨ Y es por esta razón que cuando excuché sobre las 4 etapas del aprendizaje se me iluminó el camino y pude entender muchas de mis frustraciones. Las 4 etapas son:
1.- No sé que no sé
2.- Ya sé que no sé
3.- No sé que ya sé
4.- Ya sé que si sé
Al principio me sonó a un simple juego de palabras. Pero conforme me lo fueron explicando y ejemplificando tomó mucho sentido. Al pasar de los años este proceso se ha ido reafirmando en mi mente como una plataforma fundamental para transmitir todo tipo de ideas.
1.- No sé que no sé. Gracias a YouTube, ChatGPT y las nuevas herramientas de IA mucha gente considera que ya no es necesario saber a fondo los conceptos o bases para hacer algo. Hay tanto que saber, en tantos temas, que es imposible que alguien lo sepa todo. Así que lo que ellos consideran importante es saber EN DÓNDE BUSCAR. Si ya hay lugares en donde esta almacenada toda la información disponible, sobre todos los temas posibles, basta con saber como accesar y usar esa información para saberlo todo. Está lógica parece contundente, hasta que nos topamos conque la información disponible en esas grandes bases de información no siempre es confiable o fácil de interpretar. Entonces resulta que para hacer uso de toda esa información se necesita saber al menos un poco sobre el tema en cuestión. Y cuando intentamos llevarla a la práctica, encontramos que se necesita saber un poco mas sobre el tema para hacerlo correctamente. De esta suerte, inevitablemente llegaremos a la conclusión de que en realidad no sabemos, o no sabemos lo suficiente sobre el tema en cuestión y sentimos la necesidad de iniciar nuestra búsqueda de conocimiento, lo cual nos ubica en la siguiente etapa del conocimiento.
2.- Ya sé que no sé. Definitivamente necesitamos sentir la necesidad de saber para poder recibir conocimiento. No importa si el conocimiento nos llega a través de otra persona, un libro o una película. Si estamos convencidos de que no lo necesitamos, simplemente lo ignoraremos o rechazaremos, sin importar que tan bien o mal nos lo expliquen. Así que lo primero es reconocer que necesitamos mas conocimiento. Para muchas personas esto es lo que consideran ¨humildad¨. El sentimiento de que siempre es posible aprender algo mas aunque ya se sepa mucho. Tristemente, muchas personas encuentran en esta etapa su zona de confort y deciden quedarse ahí permanentemente. ¨Si ya se que soy tonto, que le voy a hacer, así nací¨ , ¿has escuchado este argumento o uno similar? Saber que no sabemos solo resulta positivo, como un paso inicial en nuestra búsqueda de conocimiento. Nunca como un estado final o de larga duración. Esta necesidad de saber es la fuente de energía que nos impulsa hacia adelante y que ha generado los grandes descubrimientos a través de la historia. Y, la mayoría de las veces, nos lleva al siguiente estado, sin que seamos realmente consciente de ello.
3.- No sé que ya sé. Un sentimiento muy compartido por todos los investigadores (sea del tema que sea) es que cada vez que descubren algo se generan nuevas dudas. Muchas veces descubrimos que lo que sabíamos al respecto o esta mal fundamentado o debemos adaptarlo para aplicarlo a la nueva situación que debemos resolver. Y esta es precisamente la razón por la que mucha gente le saca la vuelta a estudiar sobre algo ... nunca es suficiente, siempre hay mas por saber y a fin de cuentas se acaba usando el ingenio, así que ¿porque no partir con el ingenio desde el inicio y ahorrarse tantas horas de estudio? ... la respuesta me la dió un jefe hace muchos años: "una cosa es improvisar dentro de un plan, y otra cosa es improvisar el plan". Lo que si pasa muy frecuentemente, es que al estar investigando, sin darnos cuenta, en algún momento, rebasamos el punto de suficiencia para considerar que sabemos sobre el tema. Y entonces caemos el el tercer estado, no nos damos cuenta de que ya sabemos. No, no lo sabemos todo, pero ya sabemos lo suficiente para dar nuestro siguiente brinco a la aplicación y dejar de investigar.
4.-Ya sé que si sé. Siempre habrá algo mas por saber y nos puede dar el mal del zopilote estreñido "planea, planea pero nunca obra". Así que en algún punto debemos llevar a la práctica nuestro aprendizaje, finalmente, buscamos conocimiento para lograr algo, y solo sabremos si realmente sabemos sobre el tema si podemos llevarlo a la práctica. Aquellos que logran aplicar en el mundo real una idea, sienten plenamente este goso de saber que saben. Mientras no podamos demostrar su aplicación, existirá la duda.
Así es que la próxima vez que quieras dar un instrucción a un colega o empleado, asegúrate de saber primero en que etapa se encuentra tu interlocutor. Los ingenieros somos muy dados a presentar soluciones a problemas que la gente no sabe que existen. Sufren por esos problemas, pero no han llegado a distinguirlos como problemas concretos: ¿el proveedor? ... así es él, a veces no vienen completos los embarques; ¿los cambios de última hora? ... así es este negocio, vete acostumbrando. Ciertamente siempre habrá cosas fuera de lo normal, pero es nuestra responsabilidad como directivos saber que sabemos cuales son casos fortuitos y cuales son fallas recurrentes.
¿si sabes que sabes? ...

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