Una gran mayoría de nuestros conflictos son "invisibles" en su estado original (No los vemos a "simple vista"). Sentimos su impacto, y sabemos que están ahí, pero no terminamos de verlos claramente.
Me explico mejor: para muchos de nosotros existen situaciones incómodas o dolorosas que quisiéramos corregir, pero que de alguna manera hemos llegado a pensar que son parte de la vida y que nuestra mejor opción es aceptarlas y adaptarnos. Si tenemos un jefe grosero y abusivo, suponemos que mas nos vale tolerarlo y conservar el trabajo ... si tenemos un cliente desorganizado y paranoico, suponemos que es nuestra responsabilidad atenderlo y superar sus crisis nerviosas ... para muchas situaciones, similares a estas, nos compramos la idea de que es imposible lograr que la situación (... o la otra persona ...) cambie. Así que nos damos baños diarios de tolerancia y resistimos lo "que nos tocó vivir"
Y es por esto que me refiero a los conflictos como "invisibles". No porque no los veamos y sepamos que están ahí. Sino porque NO LOS VEMOS COMO CONFLICTOS, sino como injusticias de la vida que nos han tocado vivir a nosotros.
Y claro está, mientras se ubiquen en nuestra mente como imposibilidades, o injusticias de la vida ... no haremos intentos serios por resolverlas. Y, todavía peor, sí nos creemos muy "vivos", haremos todo lo posible por adaptarnos a estas circunstancias e incluso de sacarles provecho ... asegurando con esto que el conflicto permanece.
Esta es la razón por la que los conflictos son tan duraderos y por la que son tan peligrosos. Son algo así como un cáncer silencioso, que hace su labor destructiva sin que lo notemos hasta que ya es demasiado tarde.
Por todo esto, es que nuestro primer paso deberá ser hacer "visible" el conflicto. Yo le llamo a este primer paso: "ponerle la sábana al fantasma", porque mientras no lo veamos seguiremos dando palos de ciego a diestra y siniestra.
Y no, por favor tome nota de que no dije que el primer paso es "enfrentar con decisión el conflicto". De hecho este será nuestro último paso, y para llegar a él deberemos hacer bastante trabajo.
Mucha gente asume que los conflictos se resuelven "agarrando al toro por los cuernos" y peleando por nuestra causa con gran pasión y convicción. También hay mucha gente que visita la Ciudad de Pamplona para correr frente a los toros por las calles con un pañuelo rojo por toda protección... si usted es uno de esos, respeto inmensamente su valor y el resto de este blog le resultará intrascendente. ¡Le agradecemos que haya llegado hasta aquí!
Si al igual que yo, usted no es fan de las Pamplonadas, y quiere "ver" sus conflictos, permítame presentarle "La Nube" o el Diagrama de Conflictos desarrollado en el Instituto Goldratt como la herramienta para documentar, analizar y resolver conflictos.
Con este diagrama de cinco elementos, construiremos la sábana que pondremos sobre cada uno de nuestros fantasmas.
Dedicaremos nuestros cinco blogs siguientes a explicar con detalle cada uno de estos cinco elementos. Desde mi punto de vista, esta es la herramienta más poderosa de todo TOC, por lo que deseo hacerle justicia y presentarla con la debida calma y cuidado.
Por lo pronto, le presento la fórmula básica y solo con esta podrá empezar a ver nuevos horizontes en sus situaciones personales:
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